Categoría: Maquinaria
Para llevar a cabo un proceso correcto hay que seguir ciertos procesos que en ocasiones se dan por sentado
Noviembre marca el inicio del periodo de la siembra, que sigue al de la aradura, el gradeo y la fertilización, con el terreno preparado para sacarle partido a las semillas elegidas. Un cultivo de éxito, que respete los estándares cualitativos y cuantitativos, se consigue con una siembra bien hecha. Esto significa que hay que seguir pasos que podrían darse por sentado, pero que, sin embargo, representan la base para un trabajo bien hecho: enterrar las semillas a la profundidad adecuada para favorecer la germinación, elegir el mejor momento en términos de temperaturas evitando las más frías (un problema que no se plantea en la actualidad) y comprobar las características de la planta, como el espacio que necesita para crecer y echar raíces. Por ello, resulta fundamental elegir con qué tractor sembrar: es necesario un vehículo que sea ágil y no demasiado pesado para el terreno, seguro y cómodo para el operador y al mismo tiempo eficaz y eficiente para la actividad agrícola.